La marca de juguetes ha lanzado diferentes modelos de kits de construcción que permiten construir ramos de flores y bonsáis con componentes de bioplástico, y tienen el objetivo de ayudar a la gente a desconectar en un momento en el que hay que pasar mucho tiempo en casa debido a la situación sanitaria.
El mundo pasa por una situación incierta debido a la pandemia del COVID-19 y la consecuencia más inmediata de esto está siendo pasar mucho tiempo en nuestros hogares. Por ello, al equipo creativo de Lego se le ocurrió crear unos kits que permitieran crear ramos de flores para así formar un clima más acogedor que pueda ayudar a las familias a desconectar y relajarse en sus casas.
La iniciativa ha sido bautizado como Botanical Collection y consta de kits compuestos por componentes materiales de bioplástico y de encajables derivados de la caña de azúcar, y son una de las últimas innovaciones de la empresa danesa.
Esta iniciativa no solo pretende que estos objetos sean divertidos de construir, sino que también tiene el objetivo de que sean piezas hermosas de decoración que sean agradables a la vista y que aporten ese calor de hogar tan necesario en la actualidad.
Dentro de la colección podemos encontrar dos modelos: Flower Bouquet y Bonsái Tree. La primera contiene elementos para construir un ramo de flores acompañado de plantas decorativas, y el segundo combina una serie de piezas para crear un árbol en miniatura al que se le puede añadir una flor de forma opcional. Además, también hay kits para construir rosas y tulipanes de forma individual.
Ambos modelos se han diseñado para ser personalizables, y que, así, los usuarios puedan construir sus propias creaciones en función de sus gustos. El bonsái puede construirse con hojas verdes o flores de cerezo rosas, mientras que el ramo de flores tiene tallos y piezas ajustables en diferentes colores y formas.
El juego Flower Bouquet está compuesto por 756 piezas que pueden utilizarse para construir flores, incluyendo rosas, amapolas, aster y margaritas. En cambio, Bonsái Tree está formado por 878 piezas para crear un árbol que se expone en una maceta rectangular sobre un soporte de efecto madera.
En todas las piezas se cuidan los detalles pequeños, e incluso se puede apreciar el relieve de los pétalos de las flores.
Esta línea de productos supone para Lego una nueva apertura hacia un público desconocido hasta la actualidad para la empresa: los adultos. Desde su fundación, la entidad danesa ha destacado por crear los clásicos juguetes que ya se han convertido en auténticos iconos de la infancia de niños de todo el mundo, pero con esta nueva inventiva han abierto un nicho muy interesante hacia un sector más adulto.
Ambos juegos contienen piezas fabricadas con plástico de origen vegetal procedente de la caña de azúcar, iniciativa que Lego comenzó en 2018 con el objetivo de reducir sus residuos de plástico. En la actualidad, los objetos de bioplástico solo representan una pequeña cantidad de la producción de Lego, pero el objetivo de la empresa es producir todos sus materiales con bioplástico a partir de 2030.
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