La nueva botella handcrafted La Botija es fruto del diseño de díezbelmonte studio y está hecha 100% de barro. Nace al observar la paradójica solución que sustituye el plástico de las botellas personales de agua por otros materiales aún más contaminantes en sus procesos, como el acero o el aluminio. Venta on-line exclusiva en Öbjetto.
En un momento en el que la sostenibilidad y el medioambiente copan las conversaciones, los debates e, incluso, la publicidad, resulta necesario adaptar nuestros hábitos individuales a esta preocupación social y, cada vez más, política, económica y cultural.
La Botija es una botella de agua reutilizable con orificio de entrada y salida para uso personal. Está realizada 100% de barro, por lo que proporciona una refrigeración natural del agua manteniendo sus propiedades inalteradas. Es sostenible, reciclable y ecológica: una clara alternativa reutilizable e innovadora, de inspiración mediterránea a partir de las butticŭlas mesopotámicas descubiertas desde el V milenio a.C.
Hablamos con su diseñador, Narcís Díez Belmonte, sobre el proceso creativo y artesanal de fabricación, así como de los beneficios que aporta al consumidor.
¿En qué se diferencia La Botija del resto de botellas de agua de uso personal?
La elección del barro cocido elaborado artesanalmente, unida a la función que permite beber el agua directamente de su boca o decantada desde su pitorro, hacen diferente a esta botella.
La Botija es el fruto de una reflexión, al observar que en la fabricación de objetos cotidianos continuamos despreciando materiales naturales y procesos utilizados desde las primeras civilizaciones en beneficio de otros materiales contaminantes. En el caso de las botellas de agua de uso personal se siguen utilizando mayoritariamente los plásticos y también los metales a pesar de las terribles consecuencias medioambientales que generan. Es verdad que estos materiales son más resistentes a la rotura por impacto, aunque si tenemos en cuenta que la mayor parte del tiempo de vida de una botella para autoconsumo permanece depositada sobre una mesa de nuestra casa o nuestro trabajo, ese riesgo es menor y podemos compensarlo dedicándole cuidado, lo que nos da la oportunidad de una relación más íntima con el objeto.
«La Botija es, en definitiva, una botella de agua de tradición mediterránea, realizada artesanalmente en barro natural».
Narcís Díez Belmonte
Formalmente está inspirada en geometrías y proporciones clásicas, como el Panteón de Agripa, y toma su nombre y función de las antiguas buttículas (botellas/botijas) descubiertas desde el V milenio a.C.
¿A qué público está destinada?
Su público es universal: cualquier persona de cualquier cultura y edad puede reconocer su uso y sus propiedades con la simple observación del objeto. Todos necesitamos consumir agua diariamente y hacerlo a través de un recipiente que le proporciona una refrigeración natural manteniendo sus propiedades inalteradas es una alternativa muy saludable.
Como consumidores podemos decidir si queremos contribuir a una economía más o menos sostenible. Este proyecto es también una invitación al uso de recipientes de cerámica y vidrio, cada cual puede elegir el suyo según su necesidad y circunstancia. La Botija es una alternativa más, si piensas así.
¿La Botija está pensada para ser utilizada en algún ámbito en concreto?
La diseñé pensando más en las personas que en los espacios donde pudieran utilizarla porque el límite de uso lo pone cada una, según su forma de vida. Al ser una botella de 600 ml, tiene unas dimensiones relativamente pequeñas, lo que permite disfrutarla según los hábitos y actividades en cualquier ámbito, en interior o en exterior.
«Por su tipología, pertenece a la familia de objetos de uso doméstico dentro del grupo de los cántaros, vasijas, jarras y botellas, que también pueden ser utilizados en hostelería».
Narcís Díez Belmonte
¿Qué aspectos resaltarías, como diseñador de La Botija, sobre su esencia artesanal, sostenible y ecológica?
Aunar artesanía y diseño como algo natural es una asignatura que todavía tenemos que consolidar, a pesar de los muchos y muy buenos trabajos fruto de esta unión y estoy pensando, por ejemplo, en la icónica aceitera que diseñó Rafael Marquina en 1961. No hay que olvidar que vivimos en un mundo sometido a las categorías y debemos romper esa estructura para permitir la unión de conocimiento entre disciplinas, sin jerarquías ni clasificaciones que nos limiten. La Artesanía es un patrimonio cultural y emocional que nos conecta con el legado de la humanidad. Nos transmite técnicas y soluciones muy maduradas a partir de materiales sostenibles y procesos de bajo impacto sobre el medio ambiente, además de servir de hilo generacional desde milenios. Despreciar este conocimiento sería propio de ignorantes.
La elección del barro como material y el proceso cerámico es consecuente con la filosofía del proyecto. El barro es un material natural y sostenible (como también lo es el vidrio) que utiliza muy pocos recursos y un bajo consumo energético en su elaboración. Estos materiales se utilizan desde hace más de seis mil años para contener alimentos y bebidas.
«En el caso del barro, favorece la transpiración y permite la refrigeración natural del agua, algo que el plástico y el metal de las botellas más utilizadas no proporcionan».
Narcís Díez Belmonte
Utilizando botellas cerámicas reutilizables para el consumo de agua no sólo contribuimos a reducir el uso de otros materiales, también invitamos al consumo de agua del grifo (la más saludable según las autoridades sanitarias) ya que el barro facilita además la evaporación del cloro. De esta manera también contribuimos a reducir la contaminación que se produce en la explotación y transporte del agua embotellada.
Durante el proceso de creación de La Botija he tenido la suerte de trabajar junto a cuatro profesionales de la cerámica a los que tengo que agradecer todo este conocimiento aprendido que ha dado como resultado esta pieza realizada a mano, una a una, artesanalmente.
sobre narcís díez belmonte
Narcís Díez Belmonte (València 1964) es diseñador profesional desde 1988 en diferentes disciplinas plásticas. En 2005 crea díezbelmonte studio, un colectivo orientado al desarrollo de ideas y soluciones en el diseño de identidad visual, objetos, espacios y otros artefactos, desde el que comparte proyectos con profesionales del diseño, arquitectura, artes plásticas y escénicas.