Con el patrimonio arquitectónico valenciano como inspiración nace Ínclita, una editora de objetos que combina técnicas contemporáneas y artesanales.
Ínclita nace como Proyecto Final del Máster en Ingeniería del Diseño de Eduard Soriano Pínter. El proyecto nace con la intención de ser autoproducido posteriormente combinando técnicas contemporáneas, como la impresión 3D o el corte láser, pero también un trabajo más manual y artesano para conseguir sinergias enriquecedoras.
Tomando como inspiración el patrimonio arquitectónico valenciano se pone en valor la necesidad de protegerlo y conservarlo, y por qué no, disfrutarlo en casa.
Los objetos se alejan del concepto de souvenir, de lo kitsch, uniendo el amor por el diseño y la apreciación de la historia.
Actualmente la marca cuenta con tres diseños, completamente autoproducidos y realizados uno a uno controlando la calidad de cada producto.
Vela Seda
La Vela Seda, se inspira en las formas del estilo gótico valenciano, teniendo como referente la Lonja de los Mercaderes o de la Seda de València y elevando el detalle del trabajo de los canteros.
Esta vela eminentemente decorativa se sostiene en una base de madera de pino trabajada por un carpintero local y se presenta en cuatro colores vinculados con la ciudad: azul, del cielo y el mar; verde, de la huerta y los jardines urbanos; naranja, por el fruto define la agricultura valenciana, además de la calidez de estas tierras; blanco por la flor del azahar y la luz de la ciudad. La Vela Seda presenta aromas a naranja y cítrico, vinculándose más todavía con la ciudad.
Actualmente se presenta en cuatro acabados distintos. Azul, Naranja, Verde y Blanco crudo. Todos los acabados presentan aroma cítrico.
Florero Mercat Central
El segundo de los productos es una pieza más rompedora y moderna, inspirada por la imponente arquitectura modernista del Mercado Central de Valencia. Se trata de un florero de metacrilato transparente en el que se puede ver grabada la maravillosa fachada con sus ventanales, la gran cúpula recubierta por escamas cerámicas y las imponentes vigas de hierro del interior del Mercat Central, referente en el modernismo.
El florero, al estar fabricado de metacrilato transparente de colores, juega con las luces, los volúmenes y la geometría. Además está en dos conjuntos de acabados, uno más clásico y neutro con la lámina frontal amarilla y la posterior verde oscuro y otro mucho más atrevido y rompedor con tonalidades flúor amarillo-verdosas delante y naranja detrás.
Espejo A la luna de Valencia
Por último, el espejo A la luna de Valencia, se trata de un espejo circular colocado en una base de madera de haya, representando las Torres de Serranos de València, con una conceptualización máxima.
El concepto surge a partir de la frase hecha “A la Lluna de València”, siendo el espejo esta gran luna llena valenciana.
Una base de madera de haya, con formas geométricas muy sencillas que remiten a las Torres/Puertas de Serranos, sirve de pedestal para un espejo circular que simboliza la luna valenciana, dando sentido a la frase hecha y su origen.